Mi primer beso

Es día, me levanté como de costumbre,
salí a la calle, a jugar con mis colegas,
pero no se porqué, no tenía muchas ganas.
Estaba raro, distraído, no me sentía bien.
El desayuno que preparó mi madre, no pude comerlo,
pues tenía seca la boca, el estomago cerrado, agitado.
Sudor en mi frente, temblor al verte.
Mis amigos me gritaban :
Carlos, vamos, que nos esperan en el río
para ir a jugar a la cabaña del árbol.
No tengo ganas, -les contesté-.
Tu mismo, -me dijeron-
Me quedé sentado en el portal 4.
Pasaron las horas, 1,2,3 y por fin apareció.
Sus ojos marrones, su pelo castaño,
su carita llena de pecas.
Era el motivo de mi extraño comportamiento.
Se acercó, me miró, sonrió, me besó.
Un segundo, un beso de un segundo.
Durante un mes lo esperé
y hoy toda una vida después, jamás lo olvidaré.
Como nata con fresa, como chocolate con vainilla.
Así fue de placentero, el beso de esa chiquilla.

Un mendigo mi grán amigo.

Es muy buen y apreciado amigo,
vive en la calle, es un mendigo.
No tiene para comer,
pero no pasa hambre.
Le falta para beber,
más nunca tiene sed.
No encuentra donde dormir
y siempre está descansando.
Mi amigo el mendigo,
un hombre afortunado.
Te haré compañía, sin prisas,
no te daré de lado.
Es paciente, sabio, coherente, es mi amigo.
Llora, sufre, no pide,
y sin embargo recibe,
es un mendigo.
rie, canta baila, es feliz,
es mi amigo.
No tiene nada,
lo tiene todo,
es un mendigo.
La plaza es su casa,
la ciudad es su reino.
Con su rota mochila,
con su manta vieja.
Siempre está sonriendo
y nunca se queja.
Su pelo largo,
su barba blanca,
su piel morena.
Todo el mundo lo admira.
Es un mendigo,
es mi amigo.

Anoche soñé contigo.

Anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.
Cuando juntos aprendimos
a leer y a escribir.
Anoche soñe contigo,
mi muy querido amigo.
De como bailabamos,
y reíamos en las fiestas.
Recordé cuando besamos
a las chicas, la primera vez.
Anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.
En nuestro primeros saltos,
y carreras de motos,
cuando al comenzar la pubertad,
conocimos la libertad.
Anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.
Transcurriendo el tiempo,
en lios y problemas,
sin saberlo y en ignorancia,
nos fuimos metiendo.
La droga y el alcohol,
nos fueron atrapando,
y nosostros sin darnos cuenta
nos estabamos matando.
Anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.
En nuestra madurez,
ya no eramos nada.
Solo una sombra,
de la epoca pasada.
Cúantos errores cometimos,
y sin querer ni saber,
cúantas vidas destruimos.
Anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.
Hoy al despertar,
fuí al cementerio,
a tu tumba.
A llevarte flores y a decirte,
que anoche soñé contigo,
mi muy querido amigo.


A todos los que descansan en paz
y fueron mis amigos.