Blanca pared

Blanca pared, de sangre manchada,
con agujeros de bala en toda su fachada.
Desde la parte más alta, hasta el mismo suelo,
allí dejaron su vida, jovenes, niños y viejos,
a manos de los fusileros.
No hubo justicia, ni paz, ni indulgencia.
Solo odio, ignorancia, ira e inconsciencia.
Padres que mataron a hijos,
hermanos que la vida a los suyos quitaron.
Cuentan los mayores,
que en esa pared, todos murieron,
los que recibieron disparos,
y los que al disparar obedecieron.
Blanca pared,
que al principio te construyeron,
para albergar flores colgadas de hermosas macetas,
Geranios, rosas, claveles, gitanillas.
Al final, la guerra te robó para ella,
te utilizó,
para destruír hasta la flor más bella.
Cuentan los mayores, que aquel día todos murieron,
los fusilados, los fusileros,
y los que sin poder evitarlo, lo vieron.
Hoy te derrumban, fuiste creada bonita,
otros, te hicieron maldita.

Jungla de cemento

Junglas de cemento,
campos de concentración urbanos,
laberintos de minotauro sobre grises aceros,
colores opacos, cielos nublados,
niños jugando y viejos caminando.
Alegres adolescentes,
viviendo su particular e imaginario mundo.
Rostros hermosos,
cuerpos acartonados,
gatos callejeros,
yonquis, borrachos, policias y ambulancias.
Y sobre todo, vida,
si, vida como nunca había yo visto antes.
Arboles bastardos,
suplantando a la vegetación hermosa,
emulando mal su belleza.
Si, arboles bastardos que piensan que su altura y su fuerza,
les dá derecho a ensombrecer aún más,
nuestra vida oscura y gris.
Mas libres pronto seremos,
y el sol brillará,
como nunca antes lo había hecho,
el color volverá,
el resurgir de la vida,
en la primavera que todo el mundo espera.
Desde cualquier lugar que mire, todo es igual:
Junglas de cemento,
campos de concentración urbanos,
laberintos de minotauro sobre grises aceros.
Pronto, muy pronto llegará nuestra liberación.

Escribo en metáfora, con hipérboles e ilustración.
que cada cual saque su propia conclusión.

La Duda



Siempre presente en mí,
dentro de mi mente,
si izquierda, derecha,
arriba, abajo, el bien, el mal.
Me atromenta, me anima, pienso cosas terribles,
también maravillosas.
Lucho constantemente, mas no me rindo,
día a día y en la noche,
se triplica ese combate que me tiene siempre alerta,
que me destruye, que me edifica,
que extraño, siempre : "la duda".
Hoy sonrío, mañana te grito,
hoy soy felíz, mañana triste de mí,
medito, y por mucho que lo intento.
Quiero borrarla, pero cada mañana,
despierta y amanece conmigo: "la duda".
Seguiré lamentandome,
también seguiré esfornzandome,
pues se bien que es muy necesario para este mundo,
que alguien dude de lo establecido,
para poder así mejorarlo,
y para mejor cambiarlo.
Yo no la pedí, sino que me fué otorgada,
como premio, como castigo,
cargaré con ella,
pues con ella también se me dio el equilibrio,
para dominarla.
Es terrible, es maravillosa, es : La duda