Siempre estás allí nunca me abandonas,
sea que estemos en el frio invierno
o en el caluroso verano,
siempre estás allí,
pendiente de mis necesidades.
Si necesito leche caliente,
tu me la sostienes,
no importa, la hora que sea,
si es agua fria, igual nunca te quejas.
Me guardas mis mas intimas cosas,
lo mismo mi ropa, que mi medicación, o mis libros,
siempre estás ahí.
Si es de día, a mi lado estás,
si es de noche, guardas mis sueños,
que, a veces al convertirse en pesadillas,
cuando al despertarme temeroso y sudoroso,
tu estás allí, encendiendo tu luz, tu me calmas,
Si al dormir me vuelco, tu me sujetas,
no permites que al suelo yo caiga.
Ya vas envejeciendo, pero no te cambiaría por nada,
llevas tanto tiempo conmigo, que formas parte de mi,
ahora mientras escribo, tu me ayudas a sostener mi libreta.
Oh, cuanto vales y que poco te valoran.
Eres mi mejor compañera, mi leal y fiel amiga
tu, mi mesita de noche....
¿Un milagro de Jesús copiado de una tumba de Egipto?
Hace 2 meses