Como aguas refrescantes de un rio cristalino cuando nace de las montañas.
Como océano inmenso, donde mis angustias y mis mas terribles pensamientos se ahogan.
Como noche estrellada que ilumina mi camino.
Como isla desierta que recoge mi vagar constante.
Como el lecho caliente que me quita el frío de la noche.
Como el nacer de la mañana con gotas de rocío.
Como el aire fresco que me hace respirar.
Como árbol frondoso que descansa y sombra me da.
Como alimento que sacia mi hambre de amor.
Como lluvia que limpia mi yo interior.
Como una pradera donde puedo correr sin final.
Como la sombra de mi cuerpo que a mi pegada está.
Así me siento cuando tu estás a mi lado.
Así me encuentro cuando a mi lado no estás.
Por el día en ti pienso,
por la noche contigo sueño.
Eres mi razón de vivir,
mi lucha por no morir.
Tu nombre es hermoso y no quiero decirlo,
pues pronunciarlo para mi es doloroso.
Mas sabe esto, que tu eres la razón de mi existir.
Y no es desánimo,
no es apatía,
no es dolor.
Me siento mal,
por no haber podido, conservar tu amor.
CM 2009
¿Un milagro de Jesús copiado de una tumba de Egipto?
Hace 2 meses
Falla la última rima. Pero buena la profundidad del pensmaiento.
ResponderEliminargüena la rapsodia.
ResponderEliminarque tio, como dominas la contradicción. Estoy seguro que escribes el sentir de alguien que ha perdido a la persona que más quería por desavenencias, como me ha pasado a mi, de verdad, al leer esto me siento identificado. cuando se rompe tu matrimonio, aparte de arruinar tu economía, te encuentras en una encrucijada en la que sabes que la mujer que quieres no la puedes tener, porque si la tienes es un sin vivir.
ResponderEliminar